Lo de siempre, nos pasamos por lugares cercanos, varios peces se dejan ver, pero como suele ser habitual, no de gran tamaño.
Una picada por la noche, saco el pez sin demasiadas dificultades.., lo meto en la sacadera y otra de mis cañas se arranca en ese momento.
Un inesperado doblete..., brutal la pelea de una de ellas, simplemente viendo las fotos se puede apreciar lo fuerte que están estos ejemplares
A mi compañero Ángel le gustaban tanto los peces que ni se fijó en que yo estaba sujetando una de ellas..
Un barbito mañanero...
Ángel sigue detrás de su barbo, se le esta resistiendo.. y me da que va a tener que esperar a este invierno, en esta ocasión llevo a la moqueta una peleona común.
A falta de barbos..., buenas son carpas.