viernes, 17 de enero de 2014

Estrenando el año.

He pasado varios días en aguas del tajo, una zona que siempre ha estado entre mis lugares favoritos de pesca y que aún guarda muchos peces para mí que en su tiempo no me quiso dar.
Estando allí, muchos y grandes recuerdos pasaban por mi cabeza de los momentos vividos hace años, de mis primeras jornadas con noche de pesca, batiendo mis records y sobretodo aprendiendo mucho.
Algunos compañeros me comentan que parece muerto y que los bolos ahora mismo están mas que asegurados. Es invierno por lo cual pensamos que los peces necesitarian tiempo para entrar a comer (si es que lo hacían) así que visitamos el lugar cuatro días antes de la jornada para volcar algo de cebo en las aguas.
 Tengo que acceder en barca al puesto ya que los caminos están imposibles y es muy probable la visita de la guardia teniendo rastros de coche cerca así que así me evito dos problemas.
Acompañado por Marcos ya somos dos así que tenemos que hacer dos viajes en mi barca para pasar todo el material.
Recebamos el pesquíl,  pasaron las dos primeras noches y no había resultados ni ningún signo de actividad de los peces. Nos queda una ultima noche y a mí hay algo que me dice que una de mis cañas se arrancará esta noche, hablo con mi compañero Ángel y comenta que esta noche va a caer algo, me llama mi padre al anochecer y me dice que voy a tener una picada... ojalá..., pero está realmente complicado.

Pasa la noche sin resultados y me despierto casi amaneciendo, vaya, menudo bolo nos vamos a comer... Vuelvo a dormirme y amaneciendo una de mis alarmas empieza a pitar timidamente. lo oigo pero no reacciono porque pienso que será una mata de algas pero empieza a pitar cada vez mas rápido hasta que se arranca del todo. Corriendo cojo mi caña y ahí la llevo, no puedo permitirme perder este pez asique me tomo mi tiempo trabajandola. En los juncos de la orilla el pez se mete y en algún momento llega a trabarse pero sale sin muchas dificultades, al momento Marcos ensalabra una común muy bonita y los dos nos emocionamos como si hubiéramos sacado un record. 

El pez estaba bien de tamaño pero era lo que menos nos importaba después de todo lo pasado este pez nos llenó como pocos..., la sufrimos y merecimos bien después de tanto curro y cuatro días de lluvia esperándola.
La jornada no dio los resultados esperados pero como estaba la jornada y lo que comentan otros pescadores, casi habíamos triunfado con esta valiosa captura.
Otro pez mas en pleno invierno confirma que no es imposible hacerse con algún ejemplar de carpa en los meses mas fríos.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena Oscar. Una dura sesión pero con una pepita de oro para alegrar la jornada, gracias por tus aportaciones a este mundillo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Jorge!. Hay muchas ganas de esta primavera, espero tener suerte, estar tranquilo y sobretodo tener muchas ganas para salir cuanto más sea posible.

    ResponderEliminar